martes, 19 de junio de 2007

PASO DE CHARLAS

Unas cuantas copas, unos cuantos recuerdos enmarcados en sombras violáceas, unas ideas, tan sueltas como una diarrea cefálica que sólo decanta lo más absurdo: la conversación…
Controversia de uno en uno y de uno en otro, de igual forma que la intransigente bilis que escapa de mi piel por el iris.
Argumentación de toda la parafernalia de un argot filosofal que de borracheras tempranas se levantan, únicamente, para cerrarnos la puerta en la cara y huir del sol y sus agudos rayos…
Suelo pensar que pienso
Suelo perder la cordura y tropezarme con la inocencia de creer que existo
Suelo caerme al suelo y de nuevo rezongar
Cada camino de trocha se hace más largo y fructífero cuando laceran las espinas y vemos con placer, profundo placer, como las gotas de sangre se deslizan y cada una toma un rumbo diferente para caer, no para estrellarse, simplemente para caer…
Ojala nuestra caída sea igual, porque de la sangre nace otra flor que hiere de nuevo a otro caminante.

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