viernes, 12 de septiembre de 2008

Lecturas Paranoicriticas Fase VII

Líneas calcadas en cabellos tamizadores de soles que filtran la intimidad de un bello instante, se trazan bordeando un camino nostálgico, laberíntico entre lamenticas oraciones
Estas se caen de mil bocas sedientas de arenas desérticas y lunas de guitarras y vinos fructíferos
Frutales rojos, fuegos atrapados en el paladar de una mujer con boina y chanel
En el film ella es actriz, pero en su actuación se entrampa un sueño con el movimiento surrealista de una larga cabellera que en sus raíces se aferran hombrecitos nadadores de champú, guerreros de piojos, habitantes liendres, jugadores bárbaros de la cuerda floja, amantes del abismo
Y en ese rostro se desliza mi sombra como por el río Paraná en una cascada de recuerdos y cuentos infantiles
Esos pocos rayos que caen deslumbran la arena desprendida de esas uñas descuidas, mordidas por los nervios de estar cerca, pronto a la calamidad; rey tuerto, príncipe terco que conquista fuera de sus dominios reinas caprichosas y torpes
No soporto esa cintura de glorieta; de gloria; de borracheras inolvidables; de morderme una y mil veces la cola tratando de bordearte
Hasta cuando esta lejanía?
Acércate ¡huyamos de este cuento!
¡Terminemos el rodaje!
Descubre de tu cara el sol y eleva el mentón
Hazlo de nuevo rozando mi nariz con la tuya
Abre pausadamente los parpados y regálame esos ojos de petróleo
Y si no quieres aún iniciar una sonrisa a mi lado
Envuelve en periódico mi corazón para que madure como fruta biche.