Se ve una ciudad que permite que su sangre deje de correr libremente por las venas para derramarse en sus alcantarillas;
un escenario virtual donde los blancos caminan (hombres y mujeres, propios y extraños),
como en una gran galería de tiro, desprevenidos.
El inmigrante es diferenciado y repudiado por ser un espejo que refleja su esencia: el destierro.
Alas rotas y catedrales en pie para llorar las victimas; ¡peligro!
Gritan las calles y sus señales de auxilio son irrespetadas por vacíos seres, ansiosos de experimentar la adrenalina que ofrece, a escala de grises, la ciudad.
2 comentarios:
Daniel, luego de tus visitas por mi Blog me anime a pasar por el tuyo y ver quien era esa persona que me había apoyado a pesar de que las corrientes del mundo marcaran una ruta contraria en la batalla por la verdad histórica. Ahora que he leído lo que escribes siento vergüenza en las cosas que has leído en mi Blog, tu si que sabes escribir yo apenas si soy un alumno. Me gusto la forma en que manejas la prosa poética para trasmitir tus ideas, es un periodismo no muy común y que exige de mucha maestría. Desde hoy cuenta conmigo, en mi y en mi blog tienes desde hoy un aliado.
Juan, muchas gracias por tus valiosas apreciaciones, me llenan de ganas para seguir escribiendo...
De igual forma cuenta conmigo, tu también cuentas con todo mi apoyo compañero.
Alumnos somos todos y creeme que cuando visite tu blog quede gratamente sorprendido de tu lucidez y considero haber aprendido un poco de historia a través de los articulos que leí en tu blog y lo recomendaré a todas las personas que conozco para que lo visiten.
Un saludo y un abrazo.
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