sábado, 28 de abril de 2007

EL SABIO DE LAS BOTELLAS

A Checho

Rodando como una botella, de las que tanto me han acompañado,
siento que nadie soy, que por mi vida no hecho nada,
mi colcha de retazos esta esparcida entre borracheras y amigos,
amores caóticos y espejismos sensuales de flacas siluetas.
Hoy podría morir pero la gana se ha ido con mi deseo de alabanza por lo profano;
siento el ahogo del despertar súbito de una pesadilla,
me siento viejo y cansado de lo que no creo haber hecho
y busco una respuesta recogiendo las migajas de amistad,
que me puedan brindar,
de quienes arguyen he hecho mucho por ellos.
Dar es dar responden dizque por que esas son mis enseñanzas. Entonces ¿que espero?
Vuelvo al elixir de las botellas únicas consejeras de la desesperación, mejores amigas de locos sin raíces, sensuales diosas del limbo, mediadoras del afán por detenerse a preguntar
¿Quiénes somos y Que hemos hecho?
En últimas… embriagarnos.

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