miércoles, 2 de octubre de 2013

LECTURAS PARANOICIRTICAS FASE XXII

Despierto sin orbita, sin bitácora y me encuentro con ese rostro endurecido, firme
dirigiéndome la mirada y una acuciosa palabra:
¡Levántate!
En el borde del lecho invisible se balancea la bailarina, agitando su cuerpo al compás de la
música que palpita en la borrasca de sangre que me hace sentir vivo
Luego, una cascada me devuelve el aliento y el cansancio espera impaciente en la puerta para
darse un baño
Soy palabras; soy metáfora; soy el bichito que reposa en tu hombro atraído por los destellos
de esa mirada impenetrable, de ese espejo en el que se atrapa el amor propio
Empieza el recorrido por la curvas y las caderas queriéndome estrellar con tu ombligo y
recuperarme en tus senos y que me acaricies como a un felino de ojos negros y corazón blanco
Y ella que indaga ¿Quién eres tú?
Y la melodía que pone en duda ¿Un Ángel o un Demonio?
Y las sonrisas que nos delatan
Y los besos que nos confunden y nos arrebatan el pensamiento…
¡Ahh! Sigamos mirando a la felicidad que dobla la esquina y se pierde por el retrovisor de este
autobús que filtra el polvo que se lleva tu imagen lejos de mí
¡Increíble! Aún no hemos visto la tierra firme y produces tantas metáforas que me haces ser de
nuevo un poeta…
Aunque intuya que para vos yo sólo sea un diablo bohemio con un par de palabras bonitas con
que llenar ese abismo que me acompaña.

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