Todavía tengo en la punta las ganas de parpadear de nuevo; de hacerlo en tu lengua…
Cierro uno o dos capítulos de mi vida, encierro el resto, enciendo una vela y rezo un padre nuestro…
Sigo ahí vivo, pero tendido cual cadáver esperando el rito sacrílego de los fieles: el último paseo, la última visita del muerto
Curiosos mórbidos se acercan a mi ventana, presentándose como sombras y a veces, como troncos de árboles
Del verde poco, más bien de un terracota hondo teñido de sangre de héroes
Todo sabe al polvo de los moribundos
Se levantan unos y todos se agachan a recoger su miseria
Pero nadie se despierta
Hago hoy una promesa solemne: que mañana cuando este en pie me detendré un instante y se lo dedicaré a esta inhumana humanidad.
Cierro uno o dos capítulos de mi vida, encierro el resto, enciendo una vela y rezo un padre nuestro…
Sigo ahí vivo, pero tendido cual cadáver esperando el rito sacrílego de los fieles: el último paseo, la última visita del muerto
Curiosos mórbidos se acercan a mi ventana, presentándose como sombras y a veces, como troncos de árboles
Del verde poco, más bien de un terracota hondo teñido de sangre de héroes
Todo sabe al polvo de los moribundos
Se levantan unos y todos se agachan a recoger su miseria
Pero nadie se despierta
Hago hoy una promesa solemne: que mañana cuando este en pie me detendré un instante y se lo dedicaré a esta inhumana humanidad.
3 comentarios:
Me sentí identificado...
Y hace bastante tiempo que no pasaba por acá. Genial tu blog, excelente entrada.
Saludos!
olitas!!!
jo, nos a enjantado.
bolberemos
vesis (i grazias por la visitica)
Volveré a pasar por aquí, es majete tu rollo.
Besos
Publicar un comentario