martes, 10 de mayo de 2011

LECTURAS PARANOICRITICAS FASE XX

Sacudió la Catarsis los temblorosos huesos, la trasnochada carne, los parpados sonámbulos
Los flashes, las sonrisas que al oído vuelven carcajada, el rose superfluo y profundo, la piel que se derrite y se confunde con la otra piel
El espectador exigiendo otra pirueta de la máscara inquieta
El erotismo hace de las suyas con el calor dominado
Ella se acerca y hace temblar sus caderas; ella se llama Cumbia
Se ampolla la carne y revienta el ritmo
Un tono al unisonó evita la demora del paso de una cadenciosa melodía
Tonada que augura que se está lejos del final y que se ha comenzado a vislumbrar la vida entre los miles de rostros de emoción en multitud
Tan largo recorrido y una máscara no ha visto a la otra
Se agotan las suelas pero el alma se anima
Ánima suelta en las calles de una ciudad extraña corre tan libre como loca fugitiva
Tan desequilibrada que su firmeza impacta y da paso al silencio y a la algarabía con un solo chasquido de voz
Somos bailarines, actores, artistas… en todo caso espíritus eufóricos en un mar desbordado de alegría en su eterno desfile por la vida.

Prolegómenos

Titilantes, furiosamente repetitivas las facetas de este espejo; del reflejo de cicatriz: la marca que surca la palma de la mano, esa que lee la gitana, la que interpretan los astros y las estrellas intermitentes encendiendo y apagando tu retrato en mi memoria
Recomponiendo, una vez más, la postura del artefacto que llamas cuerpo doy cuenta de las imperfecciones del tiempo y las ilusiones de la eternidad
El oído escucha al odio susurrándole, subido en su hombro toca la corneta de batalla y el destierro de los sentidos aparece próximo a su lejano horizonte
Iluminado de bombillas se dibuja Van Goh en mis sueños, esos cuervos que trae rasgan mis nervios y yo sus vestiduras; ni ellos ni yo esperamos escapar de aquel cuadro, pretendemos difuminarnos entre olas y oleos azulinos…
¡Solo es un sueño!
Es el dejabú de la pesadilla
Es mi barriga llena de lagartos y serpientes que muerden su cola
Es el espiral de la muerte en vida o de la naturaleza muerta infestada de vida con los acordes de una guitarra abandonada a su compás
Soy yo tratando de componerme en un tratado visceral
En las letanías del frío
Del antiguo latido
Ahora congelado nervio.

jueves, 28 de abril de 2011

Parada

Ese eco en que me llega tu mirada dilata mis argumentos para el romance, desarma mis tácticas de batalla

Aquel reflejo me ha vuelto vulnerable, indefenso a la caricia de refracción, a la casualidad de estar de espaldas tan atentos el uno del otro

El rostro carece de identidad, es borroso y sin embargo destella en la retina como una alucinación

¿Me observas? O ¿solo haz enamorado a un opaco holograma?

Yo en cambio recibo señales de vidrio de tu cabeza inclinada

De tus pupilas incrustadas en ese material precioso del que se compone la ilusión

Del claxon; del viento que anuncia tu parada

Se levanta tu espalda, desciendes a tu destino

Me dejas el bosquejo de un oasis,

Quedo pensando en ti mientras trato de configurar tu rostro en la calcomanía de la virgen que lo ha remplazado

Timbro y antes de bajarme me despido de mi reflejo que ha decidido continuar junto al tuyo hasta el final de nuestra ruta colectiva.

Farsa

Tertuliando, pasando el ratón se ve al gato, de rodillas al felino exigiendo perdón y empinado el roedor con traje de ego fino estirando su cola en señal negativa.
Corriendo, tiempo después, la jirafa asoma el cuello por el balcón cantando a una desgraciada hormiga Julieta que ha descubierto su diabetes cargando su preciado terroncito de azúcar.
Encallada la ballena, llena de penas y estacada con el arpón de su bien amado pescador deja pasar, una vez más, otro agujero en el corazón cuando lo ve partir hacia un horizonte naufragado.
No hay humanos con tijeras, ni niños con moto sierras, sólo lenguas de aguijón que cavan tumbas para los bichos desahuciados y para las obreras condenadas a servir a su reina.
En ese humedal cantamos los dos, tomados de la mano cuando despertamos sudorosos, pálidos, viendo poliedros y las imágenes del televisor con sus barras pixeladas pasando lentamente en gris y negro, parados en la orilla del desayuno deseándonos la muerte.
¿Crees en la reencarnación?
!Creo en la imaginación!, que me es tan familiarmente absurda como el comportamiento animal de la fabula humana.
¿Y tú y yo somos seres fabulosos?
Tú fuiste mi hada, alguna vez yo fui sapo, ahora enterrados en estas páginas estamos organizando nuestra propia comedia.
Me pregunto ¿Cuándo será el estreno?
¡Tranquila mi amor!, haz un poco de silencio haber si termino de recitar mi parte...