martes, 26 de junio de 2007

ODA A LA MUERTE

La muerte acaricia mis fauces
Fuego invade mi alma
El túnel esta cerca
Prismas nublados por el entendimiento del poder del mal, atraído por la invocación de la negra conciencia
Rostros reflejan temor
Morbo se filtra en la gris materia,
atenuada con colores pensantes absortos en su abstracta realidad
Muerte terminemos este delirio
Karma de los seres vivos, destinados al humus
Hades eterno.

martes, 19 de junio de 2007

INSTANTE

Las 4:00 de la mañana, eso susurra el débil pulso del reloj despertador que habita y expira junto a mí, hace dos años que ella lo puso allí, en el tocador del lado izquierdo de la cama. Me fugo un instante, permeando los murmullos y las luces que me alertaron. Estoy sentado en el borde de la cama con las manos apoyadas en su madera caoba, quizás producto del mal sueño que me venia aquejando, comprendí. Al instante quise desechar la veracidad de lo ocurrido, “solo es mi imaginación” dije con acento grave y elocuente para que escuchasen los seres espectrales colgados en las paredes de la habitación, como si ellos lo refutarán. El cuarto está oscuro, apenas puedo divisar mis pensamientos y una pregunta llega desterrando las dilaciones y los entretejidos cuadros de mi memoria, ¿Qué ocurrió ayer? Esculcaba en mi telaraña interior; la noche era tétrica como la habitación; así como los cuadros de la sala, la penumbra me mostraba imágenes, sí imágenes confusas, perturbadoras, almidonadas con la paciencia de una lavandera. Pequeños bocetos desdibuja mi cerebro; recuerdo que en la mañana me dirigí sin rumbo por las calles del centro; Tuluá parecía un poco sombría, los pájaros trinaban, aprecié que iba a llover, la calle estaba agitada, la gente agudizaba sus pasos, vi como algunos iban a llegar tarde al trabajo quizá no como de costumbre; “como de costumbre”, replique en un pensamiento leve, ligero, eso me recordó que por primera vez en diez años con la empresa había faltado. Es que en este país, si uno no trabaja bien al decir bien me refiero a camellar sin descanso, vacaciones o festivos: es decir como mula… bueno y eso a quien le importa, a mi jefe seguro que no, si me llega a escuchar a lo mejor me pone esa carita que le plantó su mujer la vez que lo pillo con la secre en las piernas ahhhh tiempos aquellos… irrumpieron de nuevo la cosecha errante de ideas; surgieron al ver unas carnes desproporcionadas que se paseaban por mí aterrorizado rostro, era su madre Doña Rosita como cariñosamente la llamábamos Juliana y yo, no supe que hacer y en un acto reflejo me escondí tras un periódico, lo traía entre mis manos ensangrentadas, me sonroje, me invadió un terror, como cuando era un niño y pensaba que debajo de mi cama se escondía el “!sombrerón”, así le llamaba mi madre al duende, ella me obligaba a dormir con aquel espanto que, como en este instante, me secuestra el alma. “Ya pasó la vieja”, le aclare a los estremecidos y aletargados sentidos. ¡Ah Doña Rosita! Como me hubiese gustado decirle que las empanaditas de ayer estuvieron de rechupete, que el cafecito no se parecía en nada a la pasilla a la que estaba acostumbrado, pero permanecí lo suficientemente estupefacto para articular palabra alguna, solo podía sentir la sangre fría que me recorría el vientre, las entrañas al ver esas imágenes, cuadros imborrables de memoria súbita, de memoria palpitante. Cosas así te voltean el mundo en un instante, solo abres y cierras los ojos, ya todo esta consumado. Ahora recuerdo que, después de haber amanecido con una fría esposa en una cama de motel y con su amante destrozado en la tina de baño, un poco ensangrentado luego de haber peleado a puñetazo limpio, me dirijo cruzando la ciudad hacia el apartamento que compramos Juliana y yo hace dos años al terminar la luna de miel. Llego, me ducho sereno sin remordimientos, como en un letargo prolongado por los años de mentirme a mí mismo; de evadir las realidades; de ser un autómata del tiempo. Y desfilo tranquilo como en cualquier domingo, viendo la tele, bebiendo cerveza… la embriaguez me tumbó, amarga somnolencia, ahora no puedo dormir porque me invaden los recuerdos de una feliz vida de pareja, la boda, los amigos, la familia y las cosas que planee para el futuro… De nuevo escucho los murmullos que esta vez se van convirtiendo en voces palpables y las luces matizan su azul y rojo susurrándome al oído un par de sirenas. Las cortinas de este cuarto ya no dejarán pasar sus traslúcidos rayos de sol para este hombre sentado aquí en el borde de color caoba apretando la condena entre sus manos y viendo la hora exacta en la que sus verdugos decidieran entrar.

PASO DE CHARLAS

Unas cuantas copas, unos cuantos recuerdos enmarcados en sombras violáceas, unas ideas, tan sueltas como una diarrea cefálica que sólo decanta lo más absurdo: la conversación…
Controversia de uno en uno y de uno en otro, de igual forma que la intransigente bilis que escapa de mi piel por el iris.
Argumentación de toda la parafernalia de un argot filosofal que de borracheras tempranas se levantan, únicamente, para cerrarnos la puerta en la cara y huir del sol y sus agudos rayos…
Suelo pensar que pienso
Suelo perder la cordura y tropezarme con la inocencia de creer que existo
Suelo caerme al suelo y de nuevo rezongar
Cada camino de trocha se hace más largo y fructífero cuando laceran las espinas y vemos con placer, profundo placer, como las gotas de sangre se deslizan y cada una toma un rumbo diferente para caer, no para estrellarse, simplemente para caer…
Ojala nuestra caída sea igual, porque de la sangre nace otra flor que hiere de nuevo a otro caminante.

jueves, 14 de junio de 2007

SOMBRIA SEDUCCION

Voltea la ventana que conduce la luz hacia mi sombra en la pared
Hazme saber cuál es el destino de la paciencia
Grítame sin cortar tu espeso aliento ¿quién soy?
Aguijonea frases repentinas en la replica que has hecho de mi
Sé tan luz que destiles noche
Gira en tu eje sin dejar de fijar tu mirada en la mía
Provoca el pánico de siempre
Vísteme de tus vestidos
Muerte.

domingo, 3 de junio de 2007

SIMBIOSIS

Hoy voy a hablar de ti
Voy a insinuar tu ingenuidad ante la vida,
tus cosméticos cosmogológicos,
tus huellas trashumantes
tus deshonrosos besos
y tus furtivas soledades que dices llamar caricias…
Si se enfrían tus palmas al sonar de una cascada rota, se elevan las preguntas dejándose llevar por un viento que pronostica el invierno de las ideas y las sonrisas.
Hoy se desnudan los prados, un montón de ellos y aparecen tus muslos dibujando paisajes inhóspitos, sembrando huertas de cal y cenizas
Hoy voy a hablar de ti
Voy a hacerlo en lenguas, bípedas, insípidas, voraces, frágiles…
Hasta cuando colmar las paciencias?
Cómo detener el suspiro que parece eterno?
Falta una acuarela entre los dos para despertar los colores del amor
Abandonamos a las anchas visiones de un futuro enlazados
Persistimos en la caricia agónica
Ahorcamos el pasado y este, orgulloso, nos saco la lengua
El plato está servido y la leche derramada
Hoy voy a hablar de ti
Si supiera cómo saborear un beso oxidado enmarcando los pasos, las cicatrices perpendiculares del abandono terreno
A veces me pregunto cómo puedo hablar hoy de ti
Si no eres más que fierro torcido anclado en chatarrería
Si eres espejo invasor en sala de estar
Cómo hablo si eres, ahora, mi voz
Cómo si estas nudo en mi garganta
Cuándo si estas ahora
Siempre si permaneces
Siempre a mi lado
Cuándo?
Creo que hoy ya hablamos de ti.

VIDA


Instauración divina de movimiento, obra y misión.
Cabalgata, galope, enseñanza.
Trueno violento y a la vez lleno de tantos recuerdos.
Paseantes callejeros, incuerdos que transportan hologramas de falsa vejez.
No hay espíritu envejecido en la definición; no hay argumentos inválidos de tajante altivez. Solo existe la concepción de existencia, y del más allá. Es presente y constante búsqueda de definición.

Sofocante diluvio estacionario en las puertas del sentido.
Todo, nada, algo, verdad imperceptible.
Antagónia de las profundidades elípticas del ser.
Espejo elocuente, introspectivo, reflejo tejido de experiencias banales y profundas visiones del universo.

Eterna amante de la lasciva existencia
Constante frigidez de libertad
Natalidad, vigor, realidad.
Qué eres o quién eres?
Dame el secreto extasiado en tus paisajes, dormido en los ríos que rugen y ansían estrellarse con la verdad.
Diluye la fuente de deseos inconcebidos por ávida mente.
Audacia infinita eres; no me dejes despertar aún de este profundo sueño

viernes, 1 de junio de 2007

SUEÑO DESVALORIZADO

Sabanas desnudas en el corazón de la incertidumbre ríen en complicidad de la eterna gracia: el suspiro
Revolcados y sudorosos llenos de éxtasis ¡jubilo celestial!
Partículas de polvo regodean en el aire acariciando pistilos de nariz y ensalivados labios
no hay gracia, hay cuerpos; kamikazes decididos a dar el salto y empezar de nuevo
un nuevo amanecer: ocaso para los rostros envilecidos, resplandecientes en la luz del destino
Replicas de movimiento, placas en las estatuas y el valor desmembrado en prendas que rozan las baldosas
Se acabo ese instante que prometía no hacerlo, mentiroso momento; éxtasis pasajero de un tren desbocado: lo efímero
Puedes volver a invocarle, puedes amarrarle sin sentido bajo cadenas y yugos viciosos, obsesivos y no obtener mas que una gota del néctar
Adivinas sus movimientos y lo atrapas para irremediablemente dejarlo volar como la ropa
Después del nirvana la piel insípida
Luego del beso mutas el cuero
Flotas como un niño su cometa y caes como globo encendido
ardes te quemas, te consumes
y tus cenizas no al viento, porque da hastío volar, sino a la tierra, al plácido colchón
donde reposan las almohadas intactas de deseo.